El encargo consiste en la rehabilitación de la fachada de las naves-taller de que dispone la empresa en sus instalaciones de Alfarràs y la reforma i ampliación de las pequeñas oficinas anejas. Las dos naves existentes, aun teniendo unas dimensiones parecidas, se habían construido en épocas distintas y su fachada tenía acabados diversos. Al mismo tiempo, las aperturas para iluminación y ventilación eran de medidas variables. Para unificar el conjunto y dotarlo de mayor presencia se decide hacer un nuevo revestimiento de fachada formado por una piel exterior de chapa metálica tipo Atenea, que actualmente a modo de segunda piel, envuelve totalmente las construcciones existentes. Las ventanas y puertas existentes se regularizan en esta segunda piel para dar unidad al conjunto.

Las oficinas existentes están situadas en un extremo de una de las naves. Estas oficinas eran insuficientes para los nuevos usos administrativos que se le quieren dar. Se decide construir un nuevo edificio, de planta baja y una planta piso, adosado a una de las naves. En esta zona, a demás de las nuevas oficinas, se situarán los vestuarios del personal, almacenes y áreas técnicas de mantenimiento y taller.

El programa se organiza con un gran vestíbulo en planta baja que permite el acceso a la planta noble, donde encontramos la totalidad de las áreas administrativas. Las zonas de vestidores del personal, almacenes y el resto de áreas técnicas están situadas en planta baja, pero disponen de un acceso independiente desde el interior de las naves. Por lo tanto, las circulaciones de trabajadores y público del área administrativa no se cruzan con las de los trabajadores de los talleres.

El edificio resuelve esta dualidad de programa con una fachada que será muy maciza y un revestimiento de piedra en las zonas de los trabajadores de los talleres y una fachada de muro cortina de vidrio en el área administrativa.