El edificio, al tratarse de un centro de educación especial, tenía muchos requerimientos de movilidad que se consideraron como la solución idónea su estructuración en una planta baja de gran ocupación en el solar y una única planta piso. A pesar que esta organización suponga un encarecimiento de la cimentación, las características del solar, de dimensiones generosas y con un escaso desnivel, la hacían viable.

El segundo condicionante, muy importante en este tipo de programa, es la necesidad de instalar rampas para facilitar los recorridos internos, al mismo tiempo que se aseguraba la rápida evacuación en caso de incendio. En la formalización del programa y la volumetría del proyecto se decide dar un gran protagonismo a las dos rampas, que se colocan perpendicularmente al cuerpo principal edificado y su pasillo central.

La estructura del edificio es de pilares y vigas metálicas con forjado de chapa metálica colaborante. Las uniones de la estructura metálica son atornilladas, ejecutandose las soldaduras en taller. Este sistema permite trabajar en taller los diversos elementos estructurales resistentes y montarlos en la obra sin necesidad de ejecutar soldaduras con el consiguiente ahorro de tiempo de montaje y el mayor grado de fiabilidad en lo que respecta a calidad. La fase de trabajo en taller de la estructura se solapa en el tiempo con la fase de cimentación, con el consiguiente ahorro de tiempo total en la obra.

La fachada se resuelve por medio de un panel tipo Eurobac colocado de forjado a forjado. Este elemento de cierre se reviste interiormente con el trasdosado de yeso laminado con interposición de aislamiento de lana de roca. El acabado exterior es un panel sándwich con acabado lacado. El panel pasa continuo por delante del forjado y pilares, formando una envolvente térmica completa en todas las estancias interiores.