La configuración del edificio y su disposición en el solar partía con el condicionante de una posible ampliación posterior. De ahí que el edificio se puede entender como una yuxtaposición de tres elementos básicos en forma de "L" repetida y que permitiría la ampliación con un nuevo módulo en caso necesario. El edificio se sitúa paralelo al vial principal, a partir del cual se realiza el acceso al centro, consiguiéndose así al mismo tiempo situar la zona de juegos detrás suyo, y por tanto una mayor protección del ruido ambiental que pueda generar el mismo.

Se optó por un edificio de planta baja y una planta piso ya que el entorno estaba poco construido, y se quería minimizar el impacto visual del edificio sobre la montaña de Montserrat, que actúa como telón de fondo del centro y de todo Collbató.

La estructura del edificio está resuelta con pilares metálicos y forjado de chapa colaborante. Este sistema permite trabajar en el taller los diversos elementos estructurales resistentes, y así solaparlos en el tiempo con las fases de ejecución de la cimentación, para después montarlos en obra con gran velocidad de ejecución.

La fachada se resuelve por medio de un panel metálico tipo Eurobac que se coloca de forjado a forjado. Este elemento de cierre se reviste interiormente con el trasdosado de yeso laminado con interposición de aislamiento de lana de roca. El acabado exterior es un panel sándwich con acabado lacado. El panel pasa continuo por delante de forjado y pilares, formando una envolvente térmica en todas las estancias interiores.