La parcela objeto del proyecto está situada en la ladera de una montaña con orientación sur y vistas al mar. El fuerte desnivel de la parcela se trata con una serie de terrazas que permiten situar los edificios en las cotas superiores y lo más próximo posible al vial de acceso, liberando una amplias zonas comunes, con jardines y piscinas, en los niveles inferiores. Gracias a esta organización, tanto las viviendas como las áreas ajardinadas, ya sean privadas o comunitarias, tienen las vistas libres y el mayor asoleamiento posible.

El programa de las viviendas, pensadas principalmente como segunda residencia, es de sala, cocina y dos habitaciones. En todos los casos, las viviendas disponen de ventilación cruzada, con un mínimo de dos ventanas a las fachadas sur y norte. La sala está siempre orientada a sur y dispone de un porche y jardín si se trata de las viviendas de planta baja o de una terraza cuando se trata de las viviendas de planta primera. Estos últimos, tienen, a más a más, acceso independiente a la cubierta del edificio para gozar de un solárium particular.

La construcción de las viviendas es tradicional, pero se ha optado por utilizar bloques cerámicos de baja densidad (tipo Termoarcilla) para una mayor rapidez de ejecución de los cerramientos y el mayor grado de confort térmico que proporcionan.