El edificio trata con una volumetría muy simple: un prisma rectangular al que se le añade una gran cubierta curva. Este elemento de cubierta, de dimensiones superiores al propio edificio, sirve para dar notoriedad al equipamiento, al mismo tiempo que permite generar un porche de protección.

El edificio tiene planta baja, una planta piso y una planta sótano. Los colores blancos predominan en la fachada, siendo la cubierta de color azul, y la marquesina de acceso, de color rojo, los elementos que dan la imagen institucional para estos equipamientos de la policía autonómica.

El vestíbulo principal y las zonas públicas captan la mayor cantidad de luz posible con el muro cortina de la fachada principal. El resto de dependencias, de carácter más privado, tienen ventanas adaptadas a sus dimensiones y función.

La disposición interior de las dependencias es muy funcional y se consigue que no haya interferencias entre las diversas áreas y recorridos.

La estructura del edificio es metálica con forjados de losa de chapa metálica colaborante.